
Comenzamos el día como tiene que ser, es decir, sin trabajar ya que nuestro amigo Joaquín (Xaquín, director del grupo de arqueología), nos ofrece una charla para iniciarnos en el maravilloso mundo de las piedras
[1] o también llamado “ciencia arqueológica”. Con la explicación del “dire” y las preguntas de nosotros mismos, aprendemos un montón de cosas interesantes, aumentando el gusanillo de comenzar cuanto antes en el castro. Después de estudiar el terreno, es decir, conocimiento de las distintas zonas que componen el castro, iniciamos el trabajo en cuestión, que consiste, básicamente, en cavar, cavar y cavar, je! Menos mal que fue sólo una hora, como toma de contacto no está nada mal. Además, hay que reconocer, que esto de “sacar papas” al final tiene su punto, y a mi personalmente me ha dejado con muchas ganas para seguir aprendiendo en días posteriores.
Foto de la Primera Vez que pisamos o Castro de Socastro
COMIDA: hay que reponer fuerzas después del “duro” trabajo en el castro, je! En la casa rural de Rois nos esperan unos amigos (Javier, Rosa y demás pinches). No sólo comemos maravillosamente bien, sino que además tenemos el privilegio de presenciar una boda (por cierto, por si alguien no lo sabe yo soy la novia y Edi el afortunado novio). Como colofón final en este gran banquete tod@s los del campo de trabajo comparten conmigo un día muy especial ¡MI CUMPLE! Gracias chic@s.
Aunque estamos un poco cansaditos, nos encaminamos con ilusión hacia la cámara agraria de Rois para ver un documental sobre el patrimonio cultural de la zona o algo así… Y es que entre que tengo un sueño que no veo y el gallego, casi no escucho, pos no me he enterao moi ben.
(Mariajo y David)
[1] Piedra: elemento fundamental en nuestra actividad diaria.
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