“una piedra es una piedra, dos piedras es una casualidad, tres piedras es un muro”
Antigua sabiduría oriental aplicada a la arqueología
Debería explicar en unas líneas como la excavación del castro de Socastro puede ser la diferencia entre una excavación y un sándwich mixto. Pues bien, dejadme que me explique antes de fusilarme al amanecer.
La diferencia entre una excavación y “algo-que-no-lo-es” es la gente. Puede parecer una obviedad, pero la arqueología que según la definición es: la ciencia que estudia el pasado a través del registro material NO es algo muerto, NO es un montón de piedras en un sitio al que la toponimia del lugar llama castro, NI siquiera es ese lugar al que cuesta subir por las mañanas cargando con los bocatas, el agua o la estación total. En realidad quisiera que vosotros, que leéis estas líneas pensarais por un momento que es para vosotros este yacimiento arqueológico.
Para mí una excavación es lo que nos queda de lo que somos, una pequeña cápsula del tiempo donde están encerrados los sentimientos de la gente que lo habitó, que pisó sus senderos y que los sigue pisando. Así que en cada palada, en cada “capacho”, resucitamos un momento histórico diferente que se esconde en cada fragmento de cerámica sobre la que posáis los ojos y que nadie ha cruzado la mirada en cientos, o incluso miles de años.
Antigua sabiduría oriental aplicada a la arqueología
Debería explicar en unas líneas como la excavación del castro de Socastro puede ser la diferencia entre una excavación y un sándwich mixto. Pues bien, dejadme que me explique antes de fusilarme al amanecer.
La diferencia entre una excavación y “algo-que-no-lo-es” es la gente. Puede parecer una obviedad, pero la arqueología que según la definición es: la ciencia que estudia el pasado a través del registro material NO es algo muerto, NO es un montón de piedras en un sitio al que la toponimia del lugar llama castro, NI siquiera es ese lugar al que cuesta subir por las mañanas cargando con los bocatas, el agua o la estación total. En realidad quisiera que vosotros, que leéis estas líneas pensarais por un momento que es para vosotros este yacimiento arqueológico.
Para mí una excavación es lo que nos queda de lo que somos, una pequeña cápsula del tiempo donde están encerrados los sentimientos de la gente que lo habitó, que pisó sus senderos y que los sigue pisando. Así que en cada palada, en cada “capacho”, resucitamos un momento histórico diferente que se esconde en cada fragmento de cerámica sobre la que posáis los ojos y que nadie ha cruzado la mirada en cientos, o incluso miles de años.
Ver el cuadro desde esa perspectiva amplia nos hace pequeños, nos reduce a un eslabón de una cadena infinita que los arqueólogos tratamos de sistematizar y que sin vosotros no hubiéramos podido hacer.
Cuando nos encontramos con un yacimiento como este (y que conste que cada uno es único y exclusivo) lo que hacemos es sondear, es decir buscar en tooooda su superficie aquellos lugares que a priori pudieran darnos la información del cómo y cuando vivían nuestros “amiguitos” los habitantes del castro. En realidad nuestro cometido se fundamenta en excavar (que es destruir ordenadamente) partes del yacimiento para entenderlo en su totalidad… así que tened en cuenta que los dibujos de Víctor, las fotos de Xaquín y las bolsas de cerámica de Elisa son el eje que junto con vuestro trabajo hacen del castro un TODO entendible y completo en sí mismo.
Se decía antiguamente que los castros estaban habitados por seres míticos, los mouros, que escondían en ellos riquezas de valor incalculable. Leyendas sobre preciosas mujeres que seducían a los hombres entre sus viejos muros, gallinas con polluelos dorados y vigas de oro y alquitrán que hicieron que la codicia de algunos saqueara y en muchos casos destruyera nuestro Patrimonio llevándose con ellos un fragmento irrecuperable de nuestro pasado.
Pero nos estamos desviando de la “chicha”. Al final, hoy día 29 de julio de 2008, se ha cumplido la Ley de Murphy de la arqueología. Su enunciado dice: “El último día a última hora sale algo inesperado que trastoca la interpretación del yacimiento independientemente del número de jornadas que se hayan dejado atrás”. Efectivamente, a menos de 45 minutos para terminar, en todos los sondeos se producen un vuelco en la situación:
Sondeo 1 (el antecastro): si sabíamos desde el segundo día de la excavación que teníamos el mejor muro del yacimiento en cuanto a su estado de conservación. Resulta que esta mañana descubren (Lauren, Lorena, David, María y Carlos) que sólo tiene una cara interior, que su lado exterior se compone de una “rampa” colmatada de tierra y piedras que: o es un parapeto defensivo inclinado o la rampa de saltos de esquí de Garmish-Helsenkirchen, y por último no tenemos suelo asociado al muro ni materiales que lo daten, por lo que si fuéramos puristas tendríamos que afirmar sin ningún género de duda que los castreños levitaban y que usaban recipientes reciclados.
Sondeo 3 (la cantera): Si se trataba de un sondeo “científico” con la finalidad de tener un corte descubierto del aprovechamiento como cantera de la croa del castro y que el material arqueológico sería más bien escaso (perdón de antemano a Estefanía, Kika, Sonia, Javi, Manuel y Hugo pero alguien tenía que hacerlo) sacaron en las mismas narices del Exmo. Director Xeral, el Sr. Alcalde y resto de corporación municipal el primer molino y el primer “ídolo fálico” de la campaña… sobre todo cuando escasos 20 minutos antes le había dicho a Kika que me parecía extraño que no apareciera ningún molino en una sociedad eminentemente agrícola.
Sondeo 4 (¿qué decir de “la joya”?): si ya no entendíamos nada desde el principio… ahora menos! La muralla pasó de ser un gran muro de piedra a un parapeto de tierra, para ser un parapeto de tierra con un muro encima, para finalmente ser un huevo kínder. Un muro antiguo cubierto con un parapeto de tierra que a su vez tiene un muro en su remate, una alineación de piedras hincadas que separan dos ambientes y un supuesto “hogar” en contexto de ocupación registrando docenas de fragmentos cerámicos. Gracias Isa, Mariajo, Quique y Raúl.
Sondeo 5 (4x4): Del afloramiento granítico surge al final de la mañana, durante las labores de limpieza para el dibujo de Víctor un nivel de ocupación con restos de una hoguera y material cerámico asociado del siglo I. No sé que hubiéramos hecho sin el currazo de destierre (muchas veces ingrato) de Mari, Yoli y Edi.
En estos momentos nos queda el trabajo de registro final y cierre de la excavación y con una perspectiva clara de por dónde irán “los tiros” en la campaña de excavación del año que viene. Me comprometo a estudiar la documentación para encontrar la puerta monumental del castro.
Tenemos una oportunidad de escribir los libros de Historia, de sacar a la luz una información que parecía perdida e iluminar con ella un mundo que sin la arqueología sería un poquito más feo. Encontrarnos a nosotros mismos seamos de donde seamos, porque, desde la experiencia de unas cuantas excavaciones, si algo he aprendido es que aunque viajemos con la máquina del tiempo al pasado más remoto siempre nos encontramos con un poquito de nosotros en los rostros del pasado.
Para terminar no quisiera despedirme sin mentar a aquellos infames que se equivocaban al buscar el tesoro del castro de Socastro bajo sus ruinas, destruyendo nuestro Patrimonio, porque el verdadero tesoro sois vosotros y aquel que no lo recuerde olvidará que os debe una!
Nacho
Nacho
4 comentarios:
Gracias por estas palabras, si no las hubiera leído no me habría imaginado la importancia de nuestra presencia en el castro.
BUFF!! Demasiadas emociones estos días.
Los que os debemos dar las gracias somos nosotros! habeis hecho un magnífico trabajo! Profesional, muy profesional.
Gracias, muchísimas gracias
Pues aquí estoy yo para hacer mis comentarios.Me fui a pasar unas vacaciones diferentes y tanto que si fue así. Después de conocer a todas las personas que conocí aprecié y me gusta mucho más mi trabajo. Gracias a todos y a los arqueólogos que hacen que disfrute todos los días mucho más de mi trabajo,1 besote para todos y hasta pronto.
Moitas moitas gracias Nacho por estas palabras. Como di Javi, por facernos ver a importancia da nosa presencia no castro...
Aproveito para mandar moitos saudos a todas e todos: participantes, monitoras/os, e arqueologas/os!!!!!!!!!
Gracias/os!!!!!
Bicos mil,
Isa.
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